La Organización Mundial del Trabajo (OIT) afirma que para este año los famosos “Millennials” (nacidos entre 1982 y 2004) ocuparán el 75% de los empleos en todo el mundo.
Recordemos que son conocidos por su escaso apego a la ya caduca idea de tener “un trabajo para toda la vida”, tan respetada por las generaciones que los precedieron, y prefieren encarar cada empleo como un desafío, del que pronto se aburren, y entonces parten en busca de nuevos horizontes. ¿Qué deben hacer las organizaciones que quieran retenerlos?
«Engagement», una bella palabra
Dice un estudio de la consultora internacional Gallup que solo el 31% de los trabajadores tiene un compromiso emocional con su trabajo, más allá de lo remunerativo. Y ese porcentaje desciende hasta el 29% si de Millennials hablamos.
De ahí que encontrar la manera de generar un mayor engagement se haya vuelto una especie de “Piedra filosofal” (otra más…) para empresas que hoy dependen del talento de su gente para prosperar. Es crucial hallar la manera de comprometer al personal desde su contratación, siempre eligiéndolos por los medios más adecuados y posteriormente haciendo que su desempeño sea lo más grato posible. Incluso, divertido. Ahí es cuando aparece el “gaming”.
Para qué sirve
Los numerosos casos de éxito que pueden encontrarse dan fe de que la gamificación ha servido muy bien a los departamentos de RR.HH para mejorar la construcción de equipos, la autoformación, la autodisciplina, la cualificación y el compromiso afectivo de los trabajadores con una compañía.
Por lo tanto, tendremos una fuerza de trabajo más colaborativa, eficiente, motivada, interactiva, mejor predispuesta a la gestión mancomunada y con la mente más abierta para encontrar soluciones creativas a problemas nuevos. Y habrá crecimiento de la productividad y del agrado de los colaboradores. No es poco.
Este “gaming” complementa muy bien los test tradicionales, esos que implican resolver distintos planteos lógicos, pero no situaciones lúdicas. Es que puede evaluar mejor las aptitudes “blandas”, por ejemplo:
· Proactividad
· Orientación a resultados
· Liderazgo
· Facultad analítica
Por qué si
· Valida capacidades: Es posible crear espacios simulados en los que el candidato tenga la oportunidad de experimentar las tareas que llevaría a cabo si obtiene la posición que se espera que ocupe.
· Suma mucho al “Employee branding”, porque reclutar de manera original y divertida mejora la imagen de la empresa como empleadora y como lugar de trabajo, y, por lo tanto, la hace más atractiva para los codiciados talentosos.
· Rompe con la monotonía desalentadora que suele padecer quien busca empleo, y da un toque fresco a los procesos de selección, que suelen volverse tediosos.
· Motiva a los candidatos; gracias a la gamificación, los procesos de selección dejan a un lado los factores de presión que suelen acompañar a las entrevistas comunes, y eso facilita a los candidatos dar una imagen de sí mismos más realista.
· La variedad de posibles juegos a desarrollar es inagotable, y debe estar en función del puesto que se quiera cubrir y de los perfiles deseados. Desde un juego de mesa tipo “Monopoly”, un divertimento de rol que permita asumir otras personalidades para cumplir misiones, una competencia por equipos o un videogame ya existente o creado ad hoc… Y por qué no trivias, desafíos de codificación o diseño, búsqueda del tesoro, etc.
Pero claro…
No es tan sencillo, y no siempre resulta económico. En primer lugar, la gamificación a aplicar en una empresa (sea para la contratación de nuevos trabajadores como para capacitar o evaluar a los que ya ingresaron) debe ser cuidadosamente desarrollada por especialistas.
Requerirá tiempo y un esfuerzo no menor. Cuanto más complejo se pretenda el proceso, más caro será; por ejemplo, si queremos desarrollar un videojuego específico. También habrá que idear estrategias para recoger e interpretar los datos que las acciones gamificadas entreguen, y por supuesto tener en cuenta el tiempo requerido, porque una vez creada la metodología que nos resulte adecuada, hay que probarla y reajustarla cuanto sea necesario.
Pero igualmente la gamificación gana terreno y es una de las tendencias estelares, entre otras, para los entendidos en RR.HH.