Otra de las muchísimas siglas que campean en el mundo corporativo en general y en el de los Recursos Humanos en particular, es la LMS, que son las iniciales en inglés de “Sistema de gestión de aprendizaje”.
Hablamos de un desarrollo web que sirve para facilitar la administración y distribución de contenidos educativos y formativos, la evaluación del progreso de quienes la usan, y la comunicación con ellos y entre ellos (docentes y alumnos, por ejemplo).
No es algo tan nuevo en sí mismo. Hace mucho tiempo que existen estas herramientas de aprendizaje a distancia, y se vieron multiplicadas y desarrolladas casi paroxísticamente durante y a partir de la pandemia de Covid. Son sistemas que permiten crear una o varias aulas virtuales para impartir clases mediante Internet. Se trata de los software con los que maestros y alumnos pueden acceder desde cualquier parte del mundo para cumplir sus objetivos de enseñanza y aprendizaje.
Estas plataformas permiten una interesante evolución en la gestión de la formación empresarial. Porque dan flexibilidad, customización, automatización y variedad de contenidos, para optimizar la capacitación en una experiencia eficiente tanto para los empleados como para los profesionales de Recursos Humanos.
Por lo tanto, las plataformas LMS facilitan la gestión, entrega y medición de los programas de aprendizaje en línea de una organización. Las más usadas (no solo para capacitación de Recursos Humanos) son:
Hay muchas más, y todas tienen sus características propias y funcionalidades específicas. Y las hay gratuitas y “Open source”, y de pago con “código propietario”, como sucede con casi todo.
Aclarando…
Hay diferencias con las plataformas de e-learning. Todas las plataformas LMS son plataformas e-learning. Sin embargo, no todas las plataformas de e-learning son consideradas LMS; para ser considerada una plataforma LMS se debe de cumplir con los estándares de la Global LMS, que es una institución internacional y no gubernamental que da las directrices de lo que una plataforma LMS debe incluir para ser considerada como tal.
Por lo tanto, se puede decir que las plataformas LMS, para serlo, deben cumplir con las funciones de:
- Distribución del contenido e-learning: Una LMS nos permite automatizar y/o simplificar la distribución de nuestro contenido educativo, con herramientas como grupos, aulas virtuales o entornos virtuales de aprendizaje
- Registro, tracking de actividades y acciones: Así podemos registrar las principales variables de nuestro proceso educativo: el progreso, notas, cursos inconclusos, respuestas de exámenes, certificados y tasa de Finalización.
- Medición y Analítica del proceso Educativo: Una plataforma nos permite generar “dashboards”, reportes, y exportar los datos.
- Gestión de usuarios y perfiles: Toda LMS tiene diferentes perfiles de Usuarios, los cuales tienen diferentes accesos a funcionalidades de la plataforma. Entre los más comunes tenemos: Administrador, tutor o profesor, y alumno.
- Gestión de contenidos, mediante la creación de cursos, creación de programas formativos, capacitaciones secuenciales, webinars y videoconferencias.
- Evaluación y certificación: Facilita exámenes, pruebas y certificados.
- Integraciones: En muchos casos podemos encontrar plataformas LMS que se integran con plataformas de Marketing, CRM u otros sistemas externos para complementar sus funcionalidades.
- Calendario: Para poder celebrar clases online vía videoconferencias o webinars.
Como se puede ver, es mucho lo que puede aportar una buena plataforma LMS a tu organización, si la contamos como una más de las herramientas digitales indispensables hoy para una gestión empresarial sin flancos débiles.
